 |
Tomado de Menta más chocolate |
Cuando
contamos características, como “perros negros” (matemáticamente se escribe Pn)
solamente estamos contando “perros negros” sin comparar el conteo con otros
conteos; por ejemplo “6 perros negros” son solamente eso, 6 perros negros. No sabemos
si son pocos o muchos, pies podrían ser pocos
para una venta de animales, pero muchos
para tenerlos en un apartamento. Por lo tanto, las llamamos frecuencias
absolutas porque no las estamos comparando contra otra cantidad. Decimos que las
frecuencias absolutas se refieren a ellas mismas.
Pero,
para saber si son muchos o pocos tendríamos que compararlos contra
otra cosa. Por ejemplo, si decimos que una perrera debe tener 40 perros, pues
entonces tener 6 son pocos respecto de los que debe tener una perrera. Ahora,
si decimos que en un apartamento debe haber solo 1 perro, pues tener 6, parece
que son muchos respecto de los que se deben tener en un apartamento. Notemos que
“tener seis perros” es relativo a otra cosa; muchos, según la tenencia de perros
en un apartamento y, pocos, respecto de una perrera. A estas frecuencias las
llamamos frecuencias relativas. Podemos
relativizar las cosas usando las relaciones aritméticas, razones, proporciones,
tasas y porcentajes; las que usamos más son los porcentajes.
En la figura, el extraterrestre B es más alto que el C, pero más bajo que el D. Ser alto o bajo depende de la referencia con la que se compare. La ciencia crea estándares para comparar las cosas y la Estadística ayuda en este proceso
Comentarios
Publicar un comentario